Científicamente conocido como Patatorum, este agave (Tobalá, que
significa “caliente o aromático”) es distinguido por ser uno de los más
bellos, con una forma de roseta, muy bine proporcionada que crece en las
montañas áridas, con un clima templado, arriba de entre 1300 y 2300
metros sobre el nivel del mar. Su maduración toma entre 10 y 12 años así
que es una de las variedades de mezcal más explotadas.
Es una experiencia artesanal con sabores finos que lleva a una
astringencia en el paladar en el primer trago, seguido de una sensación
cítrica que se mezcla con la tierra, abriendo camino a notas dulces para
terminar en la sensación que el agave cocinado provee Joven tiene una presencia mineralizada muy distinguida, sin mencionar sus aromas, es una mezcla entre hierbas y tierra.