Incluye tratamiento (pintura) de partes corroídas.
El mantenimiento preventivo profundo de un cuarto frío consiste en una revisión integral de todos los sistemas que lo conforman, asegurando su óptimo funcionamiento y prolongando la vida útil de los equipos. El procedimiento inicia con una inspección general del área para verificar que no existan fugas, deterioro en las paredes, techos o puertas, así como la correcta hermeticidad de la cámara. Posteriormente se procede a la limpieza exhaustiva de la unidad condensadora y evaporadora, retirando polvo, grasa y residuos que puedan obstruir el intercambio de calor, así como el lavado y desinfección de serpentines, bandejas de drenaje y filtros de aire. Se revisa el estado de los ventiladores y motores, lubricando piezas móviles y ajustando correas o soportes en caso necesario. Se verifica el estado de las conexiones eléctricas, calibración de termostatos, controladores y sensores, así como el funcionamiento de los sistemas de seguridad y alarmas. También se revisa la presión del refrigerante, identificando posibles fugas y corrigiendo niveles de carga para mantener la eficiencia del sistema. Finalmente se ejecuta una prueba de arranque y operación continua para comprobar que las temperaturas se mantienen estables según parámetros establecidos, registrando los valores de funcionamiento y generando un informe técnico que incluya observaciones, recomendaciones de mejora y posibles correctivos a realizar en futuras intervenciones.
